Después de meses pasados en la oficina, llega el momento de tomar un descanso.
Los días se llenan de nuevos eventos, todos para pasar al aire libre: un paseo regenerador en el verde, un almuerzo en la terraza, una tarde al sol en la tumbona, un refrescante chapuzón en la piscina y, finalmente, una cena con amigos mientras el sol se pierde más allá del horizonte.
Nuestros ritmos se alinean con los del día y la noche, haciéndonos encontrar un nuevo equilibrio y acrecentando nuestros sentidos. De hecho, podemos captar todos los pequeños detalles que nos rodean, colores, aromas, sonidos, que nos acompañan en el redescubrimiento tranquilo y profundo del mundo y su belleza.
Esto también sucede porque la simple elección de estar al aire libre nos permite elevar el nivel de serotonina en nuestro cuerpo, lo que, además de hacernos más tranquilos y felices, aumenta nuestra capacidad de atención, alimenta nuestra creatividad y nos da el impulso adecuado para poder retomar después la vida de todos los días.
¿Cómo definir, por tanto, la «agenda» perfecta de las citas al aire libre?
Aquí hay algunas ideas.