En una época en la que se exalta la perfección a toda costa, existe una filosofía que nos invita a mirar al mundo de otra manera: además de ser siempre impecables, más allá de la precisión absoluta y de poner cada cosa en su sitio.
Wabi-Sabi: ese es su nombre.
De origen japonés, el Wabi-Sabi celebra la imperfección, la fugacidad y la autenticidad. Es una especie de invitación a redescubrir el asombro y la pureza en las cosas sencillas, dejando espacio al flujo natural de la vida.
Un pensamiento, este, que no solo afecta a la forma en que vemos el mundo, sino que también se refleja en la manera en que experimentamos los espacios de nuestros hogares.
Hay cinco principios fundamentales en los que se basa: la sencillez; lo esencial; una vida vivida en armonía con la naturaleza; el amor al pasado y, por supuesto, la sostenibilidad.
Todos ellos pueden aplicarse de forma ejemplar también al mobiliario.
¿Cómo? Es fácil decirlo.
En primer lugar, pensemos en los materiales y en el atractivo de las texturas naturales.
Entre todos, la madera: un material vivo que cuenta historias.
Cada una de sus venas, nudos, arañazos es un regalo que nos hace la naturaleza, una expresión única de autenticidad.
La colección Bali, diseñada por el arquitecto Alessandro Dubini, es un ejemplo clásico de cómo la esencia del Wabi-Sabi se combina con el diseño. Su sólida estructura en madera maciza de teca, robusta pero ligera, se integra en cualquier tipo de ambiente, creando atmósferas que invitan a la relajación al aire libre.
En segundo lugar, es importante dar aire a los espacios.
Wabi-Sabi, de hecho, nos enseña que el vacío no es necesariamente sinónimo de carencia.
Los espacios abiertos, amueblados con accesorios de líneas sencillas, no solo son sumamente agradables, sino que se convierten en reflejos de nuestro equilibrio interior.
Los artículos de la colección Clever, con sus respaldos finos de líneas suaves y acogedoras, nos permiten vivir nuestros jardines en armonía con la creación, haciéndonos un precioso regalo: una absoluta sensación de libertad.
Valoramos el tiempo.
No vemos el paso de los minutos, meses y años como algo malo, sino que, al contrario, celebramos esta lenta transformación.
Lo mismo ocurre con los muebles: el tiempo les aporta carácter y singularidad.
Dos características que también se encuentran en la colección Babylon. Una propuesta de mobiliario de exterior en la que el tejido y el diseño atemporal son los protagonistas.
Las curvas acogedoras de esta colección están pensadas para invitarnos a momentos de introspección y relax.
Y así, en un mundo que a menudo nos empuja a perseguir estándares inalcanzables, encontramos tiempo para comprender que hay una belleza que reside silenciosamente en las cosas más verdaderas.
Porque, si lo pensamos bien, lo que de verdad cuenta en la vida es la capacidad de abrazar la maravilla de lo auténtico, no de lo perfecto.